Resumen

La responsabilidad médica civil implica que el profesional de la salud está obligado a reparar los daños causados al paciente debido a conductas ilícitas o riesgos derivados de sus actos, incluso si no existe intención de causar daño. En estos casos, se habla de responsabilidad objetiva, donde el médico debe responder por los daños causados, especialmente si su actividad implica el uso de sustancias o instrumentos peligrosos.

Además, la responsabilidad médica no solo cubre daños materiales, sino también bienes inmateriales como el honor y la reputación del paciente. No obstante, el propósito de esta responsabilidad no es infundir miedo en el personal médico, sino concientizarlos sobre las consecuencias legales que conlleva un error profesional. La legislación en Nicaragua ha establecido elementos claves para la responsabilidad médica civil, como el daño, la relación causal y la culpa o negligencia.

La responsabilidad penal médica surge cuando la conducta del médico implica negligencia o imprudencia que resulte en un daño grave al paciente. Este tipo de responsabilidad requiere cumplir con elementos legales adicionales, como la tipicidad y la antijuridicidad, para que se configure un delito punible.